Hay dos cosas que me vuelven loca: que los retrasos del avión cuando vuelvo de algún viaje no me permitan llegar a tiempo a buscar al niño al cole y que me llamen a media mañana porque está enfermo y he de ir a buscarlo. En ambos casos, el botón rojo de Cangurs me da la garantía que necesito.
Ahora que la criatura está a punto de empezar a ir a la guardería he pensado que Cangurs de Guàrdia era una buena opción para solucionar los imprevistos sin que nuestros respectivos trabajos se resientan.
El servicio de Cangurs de Guàrdia me va de perlas para darle soporte a mi padre, que a su edad ya no puede hacerse cargo totalmente de su nieta y necesita que alguien pueda asumir lo que ella ya no puede. Así, yo contenta y ella también.